Yan from Owner.One
Los fundadores de capital confían en sus decisiones financieras. Sin embargo, siguen sufriendo pérdidas significativas al transferir su patrimonio a la familia. La causa radica en la psicología y la falta de información. Los líderes familiares simplemente dejan de lado los dividendos que reciben, centrándose en su negocio actual. Retrasan los preparativos para transferir el patrimonio y los activos a sus familias. Tienen conocimientos mínimos sobre el proceso. En este campo, no hay borradores, y las acciones deben tomarse con absoluta certeza. El cabeza de familia necesita una contraparte para reflexionar. ¿La familia? Demasiado emocional. ¿Amigos o socios comerciales? Nadie está dispuesto a compartir ejemplos de su propia familia y patrimonio. ¿Consultores? La interacción puede ser agotadora. Hablar abiertamente de estos temas es incluso más difícil que una sesión con un psicoanalista. Uno se ve obligado a hablar no sólo de cuestiones personales, sino también de problemas financieros. Como resultado, los fundadores de capital se sienten solos en sus pensamientos.